viernes, 27 de agosto de 2010

Los cinco elementos. (Entrega numero 16 primera parte.)

Capitulo 31

Llegamos solo en unos minutos a la base donde los líderes del lugar me estaban esperando viéndome con su rostro totalmente rígido e inexplorable. Yo simplemente los observe a todos con calma, no estaba nerviosa ni tampoco asustada. Me sentía mucho mejor que nunca lo había hecho, mi voz interior me decía que me estaba comportando como una prostituta, queriendo a uno y acostándome con otro pero creo que me hacia bien en algún modo, que bajo había caído en mi vida pero ya no importaba, me sentía más fuerte que nunca aunque estaba rodeada de ángeles de mucha más experiencia que yo y aunque me tenían amarrada con unas cadenas en las muñecas. ¿Sera que descubrieron que yo estaba en una relación con Alejandro? No me importaba en absoluto, ojala que todo el mundo lo supiera, quería gritárselo a todos los seres vivos en el universo. Me llevaron sin decirme ni una palabra a un cuarto muy apartado de la base, era totalmente blanco y no tenía ningún tipo de decoración, simplemente tenía cinco sillas en las cuales me sentaron en una, los demás líderes que eran cuatro se sentaron al frente mío. Cerraron la puerta con llave y nos quedamos un rato largo viéndonos fijamente, ellos tratando de buscar respuestas sobre mí y yo tratando de mostrarme totalmente superior y fuerte, me sentía muy segura de mi misma pero menos mal una parte de mi me detenía a decir cosas que no tenía que decir como que Ald y yo somos pareja o algo parecido.

- ¿Dónde has estado?- Pregunto uno mientras fumaba un cigarrillo que había sacado de su elegante vestimenta. Me hubiera gustado decirle algo como: ¡Que te importa! Pero si quería salir de esta tenia que colaborar con ellos.

- Me la he pasado la noche al lado de una casa abandonada.- Ellos no me miraban ni de reojo, y aunque sabia que toda su concentración era dedicada para mi, yo me sentía como un fantasma, como si me encontrara de sobra en ese lugar. El angel que me había hablado hizo un movimiento con la mano derecha para que yo le continuara hablando, para que le contara algo mas especifico. Suspire y baje un poco la mirada pues estaba muy cansada.- Estaba espiando al enemigo mayor, al que ustedes le dicen Ald.- De repente este hombre hecho a todos de la habitación y cerro la puerta con llave apagando todos los micrófonos y cámaras ¿Qué hiba a hacer ahora? El se volvió a sentar en su asiento y apago su cigarrillo recién empezado.

- ¿Ustedes le dicen? Entonces como le dices tu a esa criatura, ¿Alejandro? ¿Espectro?- Yo agache mi cabeza tratando de comprender un poco cual era su punto, deje que siguiera hablando después de que hizo una enorme pausa.- ¿Amor?- Se me pusieron los pelos de punta ¿Cómo lo había adivinado? ¿Acaso ya lo sabía toda la base? ¿Me hiba a asesinar? Todas estas preguntas se me pasaron al tiempo por la mente, sentí como de repente me palidecía y me sentía débil. Nos quedamos cayados por un rato hasta que ese elegante hombre acerco demasiado su silla hacia mi y me comenzó a hablar en susurros casi audibles para un mortal.

- Ten mucho cuidado, esta vez fui yo quien descubrió tu vergonzoso secreto pero mañana podría ser todo este mundo, las personas que mas quieres, el respetado Grisel.- Se me vino a la mente la imagen de su hermosa sonrisa llenando todo mi ser e iluminando mi vida por completo, me di cuenta de cuánto lo extrañaba a mi lado, después de esta conversación (si salía viva) hiba a verle.- Pero no te preocupes que yo no gano nada contándole a todos que la reina de los ángeles está saliendo con el rey de los espectros y que además de eso está engañando a uno de los pocos respetados inmortales. En realidad yo no gano nada con eso, pero quiero que te quede una cosa bien clara: No lastimes a Grisel o te hundirás mucho más de lo que crees, no dejes que se dé cuenta de el mercado que le estás haciendo a tu cuerpo y a tus sentimientos.- Yo me quede mucho mas muda de lo que me encontraba al principio y ese ángel se levanto e hiba a salir de la habitación cuando lo detuve.

- ¿Esto es todo? ¿Ya me puedo retirar? – El asintió con la cabeza y me sonrió maliciosamente. Me quede un rato más largo allí sentada sin poder creerme todo lo que había pasado, primero era un milagro que él no me hubiera matado y segundo era increíble como se había dado cuenta de todo. Salí casi corriendo del lugar y fui directo a mi habitación, lo cual hizo que me sorprendiera aun mas cuando en la entrada me di cuenta de que Grisel estaba astado en mi cama leyendo un libro, cuando el noto mi presencia corrió a abrazarme, su abrazo no fue normal, sentí como me quedaba sin respiración por lo fuerte que era.

- Estaba muy, muy preocupado por ti estrella.- Menciono el besándome varias veces la frente, yo no sabía qué hacer, simplemente le escuchaba y me quedaba quieta.- Por favor nunca más me vuelvas a dejar de ese modo, yo no podría seguir viviendo sin ti a mi lado. Te amo.- Cada letra que le escuchaba pronunciar era un puñal enorme en mi corazón que no dejaba de sentirse culpable por el enorme engaño que se desbordaba por todo mi ser. Colgué mis brazos en su cuello (aunque con mucha vacilación) y le acaricie el cabello que tenía un poco largo.

- Yo también te extrañe hartísimo.- Dije yo dándome cuenta de que decía totalmente la verdad, lo había necesitado todo el tiempo a mi lado, pero no me di cuenta por estar soñando despierta todos los días con Ald. Contemple sus enormes ojos grises que me hacían sentir en un mundo perfecto y me encanto lo que vi en aquellos ojos, era como una mescla entre una ternura infinita, más un amor infinito y más un poco de timidez. Los dos juntamos lentamente nuestros rostros, pues no estábamos ni un poco seguros de lo que estábamos haciendo pero cuando sus hermosos labios se posaron en los míos volví a sentir toda la fuerza que me atraía hacia él. Necesitaba de Grisel todo el tiempo, no podía dejarlo nunca por alguien más, pero también amaba en el alma a mi hermoso Alejandro.

Gril y yo estuvimos juntos toda la tarde hablando de nuestros gustos y pasándola súper bien todo el tiempo, muchas veces nos besábamos y abrazábamos cuando hacíamos una pausa de hablar. Nos recostamos en la cama cuando ya era demasiado tarde y vimos las estrellas por la ventana que tenia la habitación. Entrelazamos nuestras manos y no hablamos y no nos movimos pero fue un momento supremamente mágico. Todo lo veía a colores marcados y con mucha música.

2 comentarios:

  1. ahhh que lindo ya era hora de k publicaras jeje me encanto .. que se quede con Grisel por fa... :)

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  2. sii nadie kiere al tal Alejandro.... <3

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