domingo, 5 de septiembre de 2010

¡¡¡¡¡¡¡Miles de gracias!!!!!

Gracias por leer mi novela Los cinco elementos. Espero que le haya gustado y si quieren leer mucho más de esta historia de amor y acción entren a mi nuevo blog donde sigue la novela pero con más personajes, más acción y más romance pero con una perspectiva diferente. No se la pierdan.

http://jardindelasfloressecasfloppy.blogspot.com/

Los cinco elementos. (Entrega numero 17. segunda parte.) !!!!!!

Capitulo 34


Cuando abrí mis ojos me encontré en un lugar completamente oscuro y lo peor es que me encontraba sola en ese lugar. ¿Dónde me había llevado el viaje? Pero en vez de preocuparme por no estar con ellos me sentí feliz, no hiba a participar en esa guerra absurda. Dejando esa preocupación a un lado (la de la guerra) me concentre en lo que estaba a mi alrededor, de una manera sentía que conocía este lugar aunque no como la palma de mi mano. De repente al frente mío un tipo de nubes se acumularon y lentamente formaron la forma de un hombre que tanto conocía y al mismo tiempo desconocía, al frente mío apareció mi Alejandro.

- ¿Dónde estoy?- Mi pregunta sonó con eco y él se acerco a mí y me abrazo.- - ¿Por qué me parece conocido este lugar?

- Te extrañe, amor mío, no te preocupes. Claro que conoces este lugar, fue aquí donde te traje una vez que peleamos. Este lugar es mi mente. Puedo trasladar a cualquier persona aquí.- Yo estaba un poco confundida pero no sorprendida después de todo lo que había vivido.

- ¿Entonces eres mago?- El se rio y sostuvo mi cara con sus dos manos, se acerco a mí y nos besamos dulcemente, como en una película parecía un beso antes de la muerte.

- Algo un poco parecido amor mío

- Tengo miedo de que me separen de Grisel y de ti, tesoro.- Mis lagrimas escurrieron por mis mejillas. Alejandro me abrazo más fuerte y nos quedamos de esta manera por un largo tiempo.- Alejandro, sé que no podemos estar en este lugar para siempre, por eso quiero decirte que si yo muero quiero que sepas que siempre te he querido.

- ¿Aunque siempre has preferido a Grisel?- Pregunto el haciendo que le mirara a sus ojos.

- ¿De qué me hablas? Yo siempre los he querido por igual.- Dije yo más o menos gritando por la sorpresa de esa pregunta que hería a mi corazón.

- Se que nos quieres un poco por igual pero tienes que admitir que si tuvieras que elegir entre él y yo te quedarías con el porqué el te puede proteger mejor que yo, el puede estar más tiempo contigo y amarte solo a ti, el puede escuchar tus problemas y sobre todo el abre su corazón para que tú puedas descifrarlo. Quiero que te quede claro que yo nunca podre hacer eso por muchos factores que tu no entenderías amor mío, pero por eso no pienses que no te quiero.- Yo me quede callada procesando la información que me había dado y cuando me di cuenta que el tenia razón me quede callada sin saber que decir. Era verdad, lo que había pasado entre los dos parecía más una aventura que un hermoso romance, nos queríamos pero no para estar toda una vida juntos. Esto era increíble, ojala lo hubiera descubierto desde el principio. Además lo único que conocía de la persona que estaba al frente mío era su nombre ¿Qué me sucedía? Mi mente había esperado por mucho tiempo para llegar a este momento: el momento en que entro en razón. Me separe un poco de él y entendí todo.

- Te amo pero ya hice contigo lo que tenía que hacer. No podemos seguir engañándonos.- Dije yo tranquila pero un poco desorientada.

- Sabia que entenderías amor mío, espero poder encontrarte en la otra vida y que en la próxima no estemos en esta guerra y que me ames.- Los dos nos reímos de todo lo que habíamos pasado. Pero obviamente esto no podía terminar de esta manera tan simple, una parte de mi se desgarraba tanto que note como desaparecía poco a poco, me pregunte qué quería decir eso pero entendí que había muchas cosas que quizá nunca resuelva en mi vida.- Gracias por todo Catalina.

- Igualmente Alejandro. Te amo.- Los dos lloramos pero por un corto tiempo, sentí que lo único que quería era que fuéramos amigos, mejores amigos y supe que eso éramos. Simplemente amigos. Ojala todo en la vida se resolviera tan fácil.- Entonces nos estamos separando. ¿Me estas rompiendo?

- ¿Separarme de ti? Nunca Catalina. Puede que lo nuestro no hubiera sido amor puro pero quiero que te quede claro que si fue un sentimiento fuerte, siempre estaré allí para ti, no importan las consecuencias. Simplemente te dejo las cosas claras para que abras los ojos, lo nuestro no es amor de noviazgo, simplemente fue algo que paso y se perdió. Cuando tú quieras conmigo: yo soy tu amigo... pero también soy tu amante cuando lo necesites.- Nos reímos.

- Creo que lo entiendo un poco pero aun así esto es muy, muy confuso.- Ald puso una cara de desesperación y se notaba que era de verdad.

- Mira, ya no quiero estar contigo, simplemente quería ver como eras en la cama y ver si podía volver a ``darte´´ cuando te sintieras triste después de esto. Pero supongo que después de decirte esto ya no querrás volverme a ver. ¡Catalina eres muy ciega! Yo solo te quería por una noche, además que estando juntos también le ponía problemas a los ángeles. CAPTALO. Yo sabía que era tan fácil tenerte a ti como tener una prostituta pero tú me salías gratis.- El me sonrió con malicia. Quede con la boca abierta, en vez de dolor me dio rabia. Eso me pasaba por ser tan estúpida.

- Llévame con Grisel, déjame ir.- Dije yo controlándome. Todo esto había sido culpa mía.

- Con gusto.- Dijo él y cerró los ojos para concentrarse en sacarme de ese lugar y yo claramente aproveche ese momento y le enterré un puñal que tenía en su abdomen. El abrió sus ojos de dolor y de sorpresa y callo arrodillado.- ¡Mierda!- Exclamo y me lanzo una mirada asesina. Yo le devolví la sonrisa maliciosa pero de repente sentí como todo daba vueltas y de un momento a otro aparecí entre un montón de cuerpos contorsionándose y lo único que escuchaba era el sonido de hierros chocándose unos contra otros. Me incorpore deprisa y comencé a golpear espectros que venían hacia mi sedientos de mi sangre. Increíble, me sentía viendo una película de Saw con mis padres. Comencé a sudar mientras que daba arañazos, daba golpes con mis puños y degollaba a seres horribles con espadas que me encontraba en los cuerpos tumbados en el suelo y atravesados por estas. Abrí paso por un largo rato entre todos los seres que estaban allí hasta que llegue hasta mi objetivo, Grisel se encontraba peleando con otros espectros que se le lanzaban encima y lo tenían rodeado, yo le ayude a matar a todos y nos quedamos con las espaldas pegadas buscando mas espectros que se acercaban.

- Te estaba buscando estrella, ¿Dónde estabas? Cuando llegamos todos los espectros ya estaban preparados, se notaba que sabían que nosotros íbamos a llegar, si me preguntas creo que fue una emboscada.- Tome aire por la boca tratando de calmar mi corazón que palpitaba a mil por hora.

- Lo lamento, la puerta me llevo a otro lugar pero los escuche y trate de llegar lo antes posible, luego te comencé a buscar y te salve.- El me sonrió y se limpio su cara que estaba llena de barro y sudor.

- Gracias por eso amor mío. Sabía que un ángel me hiba a ayudar.- Nos reímos por el doble sentido de su frase y seguimos asesinando mas espectros por horas. Cuando vimos que había tiempo suficiente nos besamos calmados por saber que estábamos aun vivos y juntos. Su mano me acaricio la cintura y yo le acomode un mechón de su cabello que caía sobre su frente.- Te amo.- Yo le sonreí, estábamos demostrándonos cuanto nos queríamos cuando de pronto escuchamos una voz detrás nuestro llamándonos.

- Que conmovedor.- Dijo el espectro que se acercaba a nosotros y que otro le seguía detrás. Yo conocía a los dos espectros que nos veían sin moverse ni un milímetro. El que estaba más adelante lo había visto en la casa antigua hablando con Ald. Llevaba puesto la misma ropa que tenía esa noche, toda rota y sucia. Su barba había crecido más desde la última vez que lo había visto y sus dientes seguían igual de amarillos y deteriorados.- Que pena interrumpirlos, pero me encantaría saber quién es esta hermosa señorita que tengo al frente.- Grisel se enderezo y su cara cambio repentinamente a un rostro inmovible.

- Catalina, te presento a Hipólito.- No podía creerlo, ¿Hipólito era un espectro? Increíble que además de eso el siga vivo después de tantos años.- Mi hermano, te presento a nuestra soberana reina.

- Mucho gusto en conocerte.- Hipólito rio muy fuerte y luego se calmo.- Es mentiras, la verdad es que mis deseos son mas de asesinarte que de conocerte, pero de todos modos me alegro saber que mi hermanito por fin conoció el amor de una mujer antes de morir y que además morirá junto a ella pensando que se aman mutuamente y que ella no ama a nadie más. ¿No cierto Ald?- El espectro que venía con él se acerco aun mas mostrando una media sonrisa en sus labios.

- Déjate de tonterías que te quiero matar lo antes posible.- Dijo Grisel con una voz que sonaba como si hubiera salido del interior de su alma. Me asuste un poco por cómo se escucho su última palabra en un gruñido.

- Créeme que yo también quiero acabar con esto lo antes posible. Pero antes de acabar contigo me gustaría decirte la verdadera cara de tu amada, o mejor, que Ald te cuente lo que destrozara tu corazón.- Grisel mostro cara de enfado por las suposiciones que él estaba haciendo pero cuando volteo a verme noto en mi cara la exclamación de miedo, terror, inseguridad y de suplicio. Con mis ojos trataba de rogarle a Ald que no dijera nada pero no había pensado que pasaría si Grisel se diera cuenta de mis expresiones. Gril se levanto un poco sorprendido y miro a Hipólito con duda en su rostro.- Yo sabía que estabas interesado en este dato.- Rio de manera infernal.

- La mujer que le brindas confianza todos los días se ha acostado conmigo todas las noches.- Dijo Ald riéndose detrás de Hipólito y yo no pude hacer más que dejar que mis lágrimas escurrieran por mi rostro.

- Eso no es cierto Grisel, no le creas.- Vi en su rostro como lentamente su alma se rompía en mil pedazos porque en mi rostro se leía toda la verdad. Lagrimas recorrieron el rostro de mi amado mientras que se tumbaba en el suelo y me miraba a los ojos.

- ¿Por qué?- Yo no pude responder cuando de pronto vi como la cara de Grisel cambiaba a una de terror y de dolor. Vi como su mirada bajaba y seguí con mis ojos lo que estaba viendo y vi la escena más horrible en mi vida. Grisel atravesado por un enorme cuchillo negro y Ald sosteniendo en mango del arma y enterrándola aun más en el cuerpo de mi amado. Creo que nunca en mi vida voy a olvidar la imagen de mis dos amados matándose y lo que lo hacía menos soportable era que ni siquiera había sido una pelea justa. Ald deprendió en enorme cuchillo de Grisel y de inmediato el cuerpo de Grisel cayó en un ruido seco al fango. Grite como nunca lo había hecho y llore como nunca lo había hecho y aunque mi rostro no dejaba de sufrir y de llorar mi cuerpo actuaba sin ningún control. Mis piernas caminaron con seguridad hacia los espectros y los persiguió con un cuchillo. Mi cuerpo reaccionaba a los golpes que ellos me hacían y se movía con movimientos flexibles y hermosos. El cuchillo que tenía en mano atravesó dos piernas, un brazo, desgarro una espalda y también note como atravesaba un corazón pero nunca supe para quien eran las heridas pues mis lagrimas no me dejaron ver, la oscuridad me invadía. Escuche como ángeles se acercaban donde estábamos y como los dos espectros salían corriendo como podían de ese lugar. Yo corrí hacia el cuerpo que estaba en el suelo y lo único que hice fue gritar mil veces hacia la luna llena por el dolor de mi corazón mientras que me llenaba las manos de la sangre que aun escurría. Todos trataron de separarme del cuerpo pero fue una misión imposible. El peor momento que alguien puede vivir es el momento cuando se da cuenta de todo el tiempo perdido cuando a sus pies descansa para siempre lo que pudo haber sido su vida.



Grisel: Te amo





Fin

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Los cinco elementos. (Entrega numero 17)

Capitulo 33

Grisel dejo de abrazarme, no porque quería sino porque lo obligaron, me desubique por un instante y luego me di cuenta que era a mi quien jalaban hacia atrás y a él también, nos estaban separando a la fuerza ¿Qué estaba pasando? Yo no dejaba de gritar su nombre y de tratar de zafarme de los tres ángeles que me tenían a rastras, yo no quería participar en esa guerra tan absurda, odiaba todo lo que el destino tenia para mí. Los ángeles que me tenían cogida me soltaron dentro de una habitación, yo golpeaba la puerta para que me dejaran salir pero era inútil. Me voltee a mirar la estancia y note que el lugar estaba repleto de ángeles mujeres y que todas estaban en filas, también pude ver a lo lejos las cabezas de mis amigas totalmente desfiguradas por la transformación. Tenía mucho miedo, debo confesar, tanto que no me movía, simplemente lloraba y gritaba pero por todo el ruido de la sirena de la base y de los ángeles no se escuchaban mis lamentos. De pronto un ángel grande y fuerte me alzo y me coloco al comienzo de las filas de cientos de ángeles, mis piernas no podían responder, ¿Qué debía hacer ahora? Esa mujer se situó a mi lado mirando al frente, de repente una de las paredes de la habitación comenzó a subir lentamente hasta que pude divisar lo que se encontraba al otro lado de la pared, estaban todos los hombre ángeles organizados en filas y cuando mujeres con hombres se juntaron note que me estaban mirando solo a mí, como si esperaran que les diera una orden. Gire mi cabeza a mí alrededor y note que los pocos que íbamos en la primera fila de batalla era esa mujer enorme, los ángeles líderes que me habían detenido el otro día y en la última esquina se encontraba Grisel con los ojos hinchados. De un momento a otro todo quedo en silencio, no se escuchaba ni una mosca volando por la base y yo lo único que hacía era no solo ponerme más nerviosa de lo que ya estaba si no que llorar del terror que me producía pensar que estaría en la primera fila de un combate el cual nadie me había dicho (en mi vida humana) que existía.

Cuando menos lo pensaba los líderes estaban abriendo la puerta dimensional hacia el lugar donde decían que estaban todos los espectros situados y escuche como uno de ellos (el que sabía lo que tenía con mi Alejandro) se aproximaba a mí y luego vi como sus labios se convertían en una maliciosa sonrisa como siempre cuando me veía. Mis sentimientos eran totalmente contradictorios, quería huir de ahí por miedosa y quería quedarme con Grisel (pero yo sabía que a él le gustaba matar espectros), también tenía una rabia infinita con los lideres que nos llevaban a todos a una muerte segura porque aunque los ángeles peleaban bien lo hacían sin pensarlo, en cambio los espectros peleaban muy bien, eran fríos y calculadores. Pero además de todo esto una parte de mi deseaba más que todo ir a cortar cabezas de la raza del sur. Mi cuerpo no podía soportar tanta presión.

- Ángeles, como toda la vida esperamos, nuestras plegarias fueron respondidas, este día nunca se les va a olvidar. La historia contara como millones de soldados del norte vencieron a toda la raza del sur en un abrir y cerrar de ojos, además se contara como nuestra hermosa reina- Dijo el señalándome- nos guio a todos hacia la victoria.

Todos los que estaban allí gritaron de alegría y con deseos de guerra. Yo quede un poco más en shock, ese líder y yo sabíamos que la posibilidad de perder la guerra era muy grande y por eso fue que el líder dijo que yo los guiaría, si pasaba algo malo yo sería la culpable de toda la masacre. ¡Cuánto lo odio!

- Catalina, reina, por favor marca nuestro paso a la victoria.- Sabia que ya no había escapatoria y con dos lagrimas en mis mejillas me transforme en el ángel que en realidad era, sin ningún cambio. Era más alta de lo que recordaba, más o menos media cuatro enorme metros. De esta forma camine hacia la puerta que nos llevaría a los espectros, con toda una raza detrás mío, hacia la muerte en todo el sentido de la palabra. Lo último que escuche antes de cruzar la puerta fueron miles de pasos siguiéndome en total coordinación. Sentí como mi alma viajaba por el tiempo y espacio, moviéndose por todo el universo pero con un lugar fijo de destino.