miércoles, 11 de agosto de 2010

Los cinco elementos. Entrega numero 12

Capitulo 23

Me hallaba en la limusina de Laura, no me acordaba hace cuanto tiempo no hablábamos pero note que me hacia bien estar junto a ella. Laura era medio rica antes de convertirse en ángel, por eso siempre andaba con lo último en moda y siempre se ocupaba de regar los chismes. Yo quería mucho a mi mejor amiga.

Antes de irme por la mañana de la base cree una lista de cosas por hacer en este lugar y una de ellas era visitar mi anterior casa, quería saber si la habían destruido o si seguía intacta como siempre. Era algo que sentía que necesitaba hacer lo antes posible, además era el único lugar que podía contar yo como el cementerio de mis padres pues los ángeles se habían llevado los cuerpos de ellos para destruirlos y no dejar ni una pista a los oficiales. Solo podía pensar en el reencuentro que iba a tener Laura con sus padres, el reencuentro que debería también ser mío. Cuando nos acercábamos a la mansión de Laura dejamos de hablar, ella por lo emocionada que estaba de ver a sus familiares y yo de lo dolida que estaba por no ver a los míos. Laura salió corriendo de la limo y entro a su casa, yo entre después de ella admirando el enorme lugar, las paredes eran de un hermoso mármol blanco y las hermosas y grandes escaleras tenían una alfombra roja. Se veía espectacular. Me quede quieta en las escaleras mientras que del otro lado de la pared en un cuarto escuchaba como los padres de Lau lloraban y la abrazaban. Estuvieron de ese modo por un rato durante el cual no pude dejar de llorar. Justo cuando Laura salió de esa habitación me seque las lagrimas, gracias al cielo ella no noto mis ojos rojos, Lau era muy distraída. Las dos subimos las escaleras hasta el último piso donde me guio hasta mi habitación. En el centro del cuarto se hallaba una cama doble que era de madera, su decorado era exquisito, parecía ser creado por romanos o algo por el estilo, al fondo se veía el baño que era un poco más pequeño que el que tenía en la base pero se veía igual de cómodo. Me alegre por Laura porque sus padres le brindaban todas estas cosas tan hermosas, ojala yo tuviera la mitad de lo que ella tiene. Me pregunto si ella se da cuenta de todo lo que tiene y si lo valora. Ojala fuera de ese modo.

- Muchas gracias por darme lugar a donde ir, este lugar es maravilloso y hablo en general, por todas las cosas que he visto en esta casa.

- No me des las gracias por darte lugar, yo se la situación que estas pasando y te comprendo aunque nunca me ha pasado a mí, he leído muchos libros de superación personal, que me trae mi madre, y allí explican cosas como esas. Algún día te los prestare aunque te quedes dormida en el segundo capítulo.- Las dos reímos.- Y sí, me encanta a mi también este lugar, todos los días agradezco a mis padres, ellos han luchado mucho por conseguirme los mejor.

- Si, se han esforzado demasiado.- Esta conversación en verdad que ya me estaba aburriendo demasiado, solo quería echarme en la cama y quitarme las botas que llevaba puestas, me ardían hartísimo los pies, no sabía por qué razón.

- Era la habitación de mi abuela, espero que no te importe.- Dijo Laura un poco preocupada por lo que yo pensara acerca de eso. Claro que a mí no me iba a importar, pero supongo que lo decía y preguntaba por cortesía (o porque su madre la obligaba).

- No hay problema, al menos que ella ahora no tenga cuarto.- Laura me sonrió riéndose. Me importaba muchísimo que Laura hubiera tenido que decirle a su abuelita que tenía que irse de allí porque yo me iba a quedar a dormir por dos largas semanas, temblé un poco de solo pensarlo.

- Ella ya se murió hace un tiempo.- Ella se rio pero me quede callada de la impresión, no podía creer que mi amiga se estuviera riéndose de eso. – Mañana comenzaran nuestros días de compras, mejor levántate temprano.- Dio media vuelta dirigiéndose a la puerta y comenzó a salir de la habitación pero yo corrí detrás de ella y la retuve del brazo. Laura se volteo a mirarme con tanta fuerza que su hermoso cabello rojizo (natural) se alcanzo a levantar con el viento.

- De hecho, me gustaría mañana regresar por un momento a lo que queda de mi casa, lo lamento, espero que me entiendas porque en realidad necesito ir más que a cualquier otro lado. Mañana podremos ir de compras juntas y estaremos todo el día en un centro comercial, te lo prometo.¬- Yo no levante mi mirada del suelo mientras que decía eso por pena a que ella se ofendiera pero ella me levanto la cara un poco para que la viera a los ojos.

- No te preocupes, lo entiendo perfectamente Catalina. Supuse que sería el primer lugar donde querías ir. Si quieres te puedo proporcionar un chofer para que se mantenga con tigo. Mañana no lo necesitare, atrasare la fecha de las compras para que no digan que compre más cosas que tu, en cambio invitare a Elena para que vallamos juntas, aunque creo que ella se va a quedar en las tiendas de música y en especial en Hot Topic.

- Muchas gracias Laura, no sabes cuánto me ayuda eso. Además, me parece muy buena idea invitar a Elena aunque ella muy posiblemente se quede en las tiendas que has mencionado mientras que nosotras vamos a otras tiendas, pienso que es mucho mejor si todas nos encontramos el mayor tiempo juntas, tengo un presentimiento.

Nos despedimos y cuando estuve sola en la habitación desempaque mi maleta y me quite rápidamente mis zapatos, seguro que me estaban quedando pequeños porque había crecido un poco, me di cuenta de cuánto necesitaba comprar cosas. No podía creer que estuviera de vuelta en la Tierra. Tenía que ver a qué horas irme de esta casa para que no me quedara en ese lugar toda la tarde y llegar a la que tiempo atrás era mi hogar. Esa noche casi ni dormí pensando en lo que me iba a encontrar al otro día (creo que también fue por el hecho del que me asusto un poco que de un momento a otro me encontrara con una viejita transparente que estuviera flotando por el lugar, que tonta soy), sentía que esa casa era mi única conexión que tenia con este mundo. Creo que iba a hacer ese viaje para ver si podía sentir algo, no sé qué. Simplemente quería sentirme como en mi hogar, protegida. Pero tenía miedo de que no fuera así, que llegara y solo fuera una casa muy vacía. Necesitaba de Grisel, solo habían pasado unas horas y ya extrañaba el contacto de su piel y al mismo tiempo necesitaba hacer todo eso sola, era como un viaje sentimental. ¿Me he vuelto loca? Ahora me parezco a mi madre hablando todo el tiempo de superación personal y yo siempre he odiado ese temita.

A las tres de la mañana el sueño me venció, soñé que estaba volando por los sitios que había visitado en las pocas cacerías que había hecho y que alguien saltaba encima mío (más bien fue una horrible pesadilla pues ese alguien se trataba de Ald que me miraba con una sonrisa en sus hermosos labios). Esperen un momento, ¿Hermosos? En ese momento me di cuenta que si, eran espectaculares pero los odiaba con toda mi alma, ¿Algún día podre superar mi enorme odio? Yo creo que no.



Capitulo 24


A la mañana siguiente me desperté más o menos temprano, me duche con agua fría (no fue mi elección, Laura me había dicho esa mañana que no había agua caliente por hoy) por lo que me demore poco tiempo en el baño. Me vestí con una sudadera gris y me recogí el pelo en una coleta. La muchacha de servicio (aunque de mala cara por ser tan temprano) me frio unos huevos y de sirvió unas tostadas con jugo de naranja, al terminar le di las gracias pero ella no me hizo caso. Le preguntaría a Laura más tarde que le pasaba a esa señora y si por alguna razón era por mi causa.

Esas horas para mi (solo me demore dos horas), en las cuales salía de esa casa, pasaron demasiado rápido pero cuando Salí y me di cuenta de que el Mercedes de Laura me estaba esperando el tiempo de repente se detuvo, me sentí como si estuviera caminando a pico y pala (muy, muy despacio) trate de caminar más rápido pero me di cuenta de que no era mi cuerpo sino que solo eran mi mente jugándome una mala pasada. Entre al auto y le di la dirección al chofer, el sin decir ni una sola silaba arranco. Le pedí que fuera rápido y me sorprendió que él no me preguntara el porqué y me hiciera caso sin rechistar. Se notaba que enserio se encontraba allí para cumplir las órdenes de esta familia y sus invitados (ósea yo).

Cuando estábamos pasando justo por la calle que llevaba a mi antigua casa sentí que mi pulso se ponía a mil, no podía creer que estuviera haciendo esto.

Talvez si no fuera tan estúpida por mis sentimientos me hubiera dado cuenta de que ese presentimiento que sentía, el frio que de pronto se colaba por mis huesos, que mis piernas habían comenzado a temblarme no se referían a mi pronto encuentro con el lugar donde antes vivía si no que era algo mucho mayor. Todo lo que sentía no era por eso, era por otra fuerza sobre natural que estaba sintiendo, algo más que un presentimiento, un instinto que había existido hace años.

Entre al lugar solo pensando en la imagen de mis padres recibiéndome con los brazos abiertos, pero cuando abrí la puerta principal que estaba sellada por una cinta de la policía, lo único que percibí fue el aliento de la soledad. Camine un poco hasta que me encontraba en mi sala, al lado de las escaleras. En ese momento mis lagrimas cayeron como una cascada, no las podía retener simplemente salían. Mi mente había creado siempre una imagen de ellos dos abrazándome justo cuando volvía a casa sana y salva.

- Su niñita ya llego a casa y está sana y salva, ya no tienen que buscarme más, aunque no me quedare por siempre en este lugar, solo es un tiempo temporal.- Susurre yo acordándome de la conversación que me había inventado interminables noches en mi habitación los primeros días que estuve en la base. Me seque las lagrimas y me arme de valor, esta visita me haría más fuerte, lo sentía en el fondo de mi alma, con esto caería en cuenta por fin (definitivamente y sin inventarme más historias de fantasía) de que mis padres estaban muertos y yo estaba sola en el mundo, solo tenía a Grisel y el solo me tenía a mí.

Subí por las escaleras para entrar de nuevo a mi anterior cuarto (para ver si podía recuperar algo de mis cosas) pero cuando ya me encontraba arriba note las luces del estudio prendidas. A mi cabeza llegaron los recuerdos de la noche en la cual me encontraba en esta misma situación, me acorde de cómo llevada por la emoción había entrado a ese lugar y había encontrado a mi peor pesadilla. Mientras que veía hacia donde se encontraba la luz sentía como si todo se estuviera repitiendo pero antes de que me asustara por completo me arme de valor ¿Qué más podría pasarme? No iba a ver nada peor a lo que había presenciado la otra noche. Me acerque con cautela a el lugar y lo que vi me impresiono, más bien me sorprendió. Allí en una esquina de la habitación se encontraba un chico de mi misma edad y con una botella de aguardiente en su mano derecha, se veía medio desocupada pero a su lado se encontraba otra botella sin abrir. Cuando noto mi presencia rápidamente se levanto pero perdió el equilibrio, se notaba lo borracho que estaba (aunque no era tanto).

- ¿Qué haces tú aquí?- Pregunte yo reponiéndome del susto y enfadándome un poco por encontrar a un muchacho en mi casa, aun era de mi propiedad.

- La pregunta es ¿Qué haces tú aquí?- Respondió el volviéndose a sentar, se había mareado y trataba de recomponerse.- Yo me la paso por aquí, dicen que este lugar esta embrujado pero es totalmente falso, por esa razón cuando tengo que estar a solas vengo aquí porque sé que nadie me va a molestar. Me tengo que librar de una pena muy grande y me parece que tu también.- Seguro que había notado mis ojos rojos por haber llorado antes. Me ofreció la botella de licor que tenía en sus manos y yo pensándolo un momento decidí recibírsela. Nunca antes había tomado alcohol (sin contar en fiestas donde me tocaba como en los quinces brindando). Tome dos tragos y sentí como si me hiciera bien, ya no me sentía tan abrumada por la muerte de mis padres. Me senté al lado de el chico y nos quedamos un rato en silencio mientras que tomábamos de a poquitos sorbos.

- Supongo que no me querrás contar lo que te ha sucedido ¿No?- Dijo el volteando su mirada hacia mí, aunque en su voz se le notaba un poco la borrachera tenía un aspecto bastante saludable. Yo negué con la cabeza dándole a entender que no iba a hablar sobre eso. Me fije en sus ojos oscuros y sentí como si los hubiera visto tiempo atrás pero no sabía dónde.- Yo tampoco tengo la intención de decirte nada aunque me pareces muy conocida. ¿Dónde estudias?

- Yo estudiaba en el colegio que queda por este barrio.- El de pronto abrió los ojos como platos.

- ¿El colegio Alemán? Yo estudio allí, con razón te veía conocida, eres la chica que me iba a hablar el primer día de clases. Yo abrí los ojos de par en par recordando al chico hermoso que no me dejaba de mirar en clase de ¿literatura? Los dos reímos y recordamos el momento en que nos habíamos encontrado en el colegio. Sin darnos cuenta ya nos estábamos acabando esa botella y cada minuto que pasaba nos poníamos mas sueltos. ¿Qué sucedía? Prometí que nunca más iba a beber, aunque se sentía increíble por momentos que hablaba me daba cuenta que estaba a punto de decir más de lo necesario como: Mis padres murieron porque todas las noches me transformo en algo horrendo. Siempre trataba de tener cuidado con lo que decía pero eso dejo de importar cuando abrimos la otra botella porque ya no pensaba en nada, ni siquiera que estaba en mi antigua casa.

- ¿Por qué estas tomando aquí si me dijiste que mañana iban a hacer un examen en tu colegio?- Pregunte yo y me di cuenta que en mi voz ya se notaba también que estaba completamente borracha. Los dos habíamos terminado acostados en el suelo junto a las escaleras y no dejábamos de hablar y reír por cosas que no tenían sentido.

- Yo ya sé ese tema, es sencillo. Pero necesitaba esto, beber siempre me ayuda a eliminar de mi memoria a las personas que he matado, además es irónico que yo allá escogido este lugar para librar mis penas pues yo fui quien mato a los dueños.- Si, es irónico. Dos seres de dos razas completamente distintas actuando como hermanos por culpa del alcohol, y si, el chico que estaba a mi lado había hablado de mas. El se dio cuenta casi en seguida y los dos nos levantamos rápidamente alejándonos lo más que podíamos. Ya me acordaba de esos ojos, de repente la borrachera se había esfumado en menos de un segundo. El era nada más ni nada menos que Alejandro, o como le llaman otras personas, Ald. Nos quedamos in móviles durante minutos hasta que el chico se relajo.

- Que raro es lo que está pasando en este lugar princesa.- Ahora si era Ald. Poco a poco se fue transformando en un malvado, su cuerpo se volvió más grande y sus ojos eran tan grandes que parecían ocupar todo su rostro. Yo pensando que me iba a atacar también me transforme al instante.- Es interesante todo lo que puede causar el licor, juntar a dos criaturas que están en una pelea a muerte. Increíble.- Nos quedamos sin hablar durante demasiado tiempo. ¿No que lo tenían capturado en una celda mágica o algo así? Yo no me moví pero de un momento a otro Ald se volvió a transformar en Alejandro.- Nunca pensé rogarle a nadie pero por favor, no estoy dispuesto a pelear hoy. Podríamos decir que fue este encuentro causa del licor.

Yo pensándolo por un tiempo decidí convertirme de nuevo en humana, sabía que todo lo que hacía era sumamente peligroso pero yo tampoco estaba dispuesta a luchar pues mis energías se habían agotado. Los dos nos volvimos a sentar en el suelo, esta vez un poco más alejados y con desconfianza. Los dos nos tomamos cada uno media botella de vino que habíamos conseguido en el piso de abajo y el licor no tardo demasiado en devolvernos la felicidad y la confianza.

¡Hola!

Hola, como habran notado he puesto en este blog mas cosas, como una encuesta, para que ustedes puedan hacer mas cosas ademas de leer la novela. Me encantaria que en esto que escribo pusieran comentarios para saber si les gusta o no y porque. Por favor den razones si les gusta. Solo es algo para que pueda arreglar aunque sea un poco para atraer mas a sus gustos. Grx
XD