miércoles, 18 de agosto de 2010

Los cinco elementos. (Entrega numero 15. Primera parte.)

Capitulo 29

Pasaron las horas que se convirtieron en días y estos en meses y estos en desesperación total, no era mi culpa extrañar a Ald con todo mí ser. Algunas veces me sorprendía a mi misma soñando despierta con sus cálidos y apasionantes besos o con sus carisias. Los deseaba más que a cualquier cosa que pudiera imaginar. Por estas razones no me permitía estar mucho tiempo cerca de Grisel pues el ambiente era demasiado tenso, yo sabía que él lo notaba pero no decía nada. En resumen le dije adiós en secreto a los besos, carisias y sentimientos de Gril para darle la bienvenida a algo nuevo que no era para nada real: Los recuerdo en mi mente de la piel de Alejandro cuando se juntaba con la mía, su dulce pero sabia voz acariciando mis oídos por todos sus rincones, sus ojos tan dulces como el chocolate que me ofrecían de el cada vez que me quemaba con su mirada. Estaba completamente llevada por mi flechazo con mi nuevo tesoro, y si me preguntaran en este momento diría que sí, me sentía muy adolorida por echar a un lado a Grisel después de todo lo que habíamos compartido juntos y habíamos sentido. Pero ¿cómo le iba a decir en ese instante que ya no le amaba? ¿Cómo le iba a decir que yo me había enamorado por completo de nuestro enemigo más grande? Simplemente daba las gracias infinitas al cielo por la mínima razón de que Grisel se quedaba callado en mi presencia sabiendo que ocurría algo y que si me preguntaba el iba a quedar mal.

Pasaba todo el tiempo pensando en Ald, cuando comía, dormía, entrenaba, arreglaba, hablaba con Laura y Helena (que ya no las podía nombrar como amigas porque nunca hablábamos, prefería evocar los recuerdos de mi precioso Alejandro). Mi vida se había vuelto demasiado monótona pero ni siquiera me daba cuenta de lo que estaba sucediendo en ella. No hice caso a lo que ocurría a mi alrededor, parecía un zombi.

Un día cuando desperté de mi sueño casi eterno con el amor de mi vida me hicieron ir a una invasión a un grupo de espectros que se ubicaban por Roma, cerca del majestuoso Coliseo Romano. Me renové por completo y por fin abrí mis ojos, tenía que estar despierta para si era necesario dar mi vida para que no capturaran a mi valioso tesoro.

Cuando llegamos a Roma estábamos justo al lado de la entrada del Coliseo y caminamos un rato por la Vía Labicana hasta que llegamos al Viale Fortunato Mizzi donde unos enormes arboles nos cubrían con sus sombras. El guía del grupo comenzó a llevarnos a todos hacia otro lugar donde ocultarnos pero como mis sentidos eran más agudos por el simple hecho de que era una princesa me separe de ellos y deje que mi instinto me llevara hasta Alejandro. Apartando todo rastro de razón en mi cabeza camine durante media hora que me pareció como mil horas, ya me estaba cansando de buscar cuando escuche su melodiosa voz detrás de una antigua construcción y me oculte tras una pared donde había un hueco y podía ver dentro del lugar. Era una casa que por su aspecto no se había utilizado en años, tal vez en siglos, todas las paredes estaban completamente destrozadas y los muebles habían sido cubiertos por unas enormes bolsas de plástico que antes eran transparentes y que por el tiempo se habían vuelto amarillas y no tenían nada de transparente. Mis ojos fueros llamados por el movimiento que pude distinguir dentro del lugar y reconocí inmediatamente la figura alta y relajada de Ald y también descubrí otra figura que se me hacia completamente in reconocible. Se trataba de un hombre de edad mayor con el cabello hasta su cintura y completamente blanco. Se hallaba sentado en una hermosa silla decorada y vestía unas enormes túnicas que lo hacían parecer de otra época. Escuche con atención la conversación que estaban teniendo, se notaba que llevaban un rato largo en ese lugar, pero no el tiempo suficiente para que los encontraran.

-… Pero yo te adopte como a un hijo propio.- Decía el hombre de cabellos blancos con una horrible voz de autoridad que era gruesa y áspera.- Tienes que hacer lo que yo diga, además, esa profecía ya está escrita e hiciste bien en contársela a la princesa en esa carta. Ahora todos los ángeles deben estar sumamente asustados. Me imagino la reacción de mi hermano cuando tuvo esa carta en sus manos.- El viejo sonrió y mostro en su sonrisa unos enormes, amarillos y afilados dientes que parecían más de una criatura salvaje que la sonrisa de un humano común. Eso me hizo estremecer hasta mis dedos de los pies. En realidad ese hombre tenía en su alma un toque tan horrible y espeluznante que a mil metros podría reconocerlo. Parecía como si fuera un espectro pero mucho peor, no sé cómo definirlo bien, era algo que se sentía en el lugar.

- Pero yo no quiero luchar en esa guerra, y mucho menos ocupar el lugar que tú deberías de tener en la batalla. Esa es tu obligación y no la mía.- Aunque las palabras de mi amante eran casi desesperadas él seguía con su mismo aspecto de relajación y su actitud pensativa que no me gustaba demasiado pero lo hacía ver muy bien.

- Tu sabes que no te dejaría hacer eso si pudiera, pero la profecía tiene otros planes diferentes para los dos, además, alégrate. Podrás tener el placer de matar tu solito a la princesa.- Eso me hizo caer en cuenta de todo lo que estaban hablando en esa conversación. Hablaban de la profecía que hablaba de una supuesta guerra y ellos sabían que yo iba a participar en ella y que además iba a pelear contra mi amado. ¿Ahora que iba a hacer? Siempre me salían a mí las cosas más difíciles. Espere un largo rato en el cual la conversación solo hablo del tema de la profecía, pero nada importante y luego espere unos minutos a que se fuera del lugar ese viejo que me daba miedo. Mire fijamente como se alejaba caminando a paso lento hasta que ya no lo pude ver ni escuchar sus pasos, me parecía un hombre demasiado extraño (yo aun seguía oculta tras la construcción). Gire mi cabeza hacia el hueco para seguir observando un rato a Ald, para ver si alguien más estaba con él pero justo cuando gire mi cabeza mi nariz quedo rozando con la de mi amado. Quede rígida de la sorpresa y él se quedo mirándome a los ojos con su mirada fría como el hielo y nos quedamos un rato muy largo de esa manera. Nos quedamos un rato de esa forma hasta que él se agacho un poco más hacia mi haciéndome levantar, se movió a mi alrededor mirándome toda y yo simplemente sentía como si su mirada me desnudara por completo. Duramos un rato con esta rara inspección que me hacia hasta que él se acerco rápidamente hacia mí y yo por puro instinto me corrí hacia atrás, el me arrincono contra la pared del callejón sin salida, me agarro de los muslos y me sentó en un gran bote de basura (que estaba cerrado). Con sus manos me acomodo las piernas para que las cruzara tras su cintura y también me coloco mis brazos alrededor de su cuello. Acerco su rostro perfecto hacia mi oreja y sentí su respiración irregular.

- ¿Qué haces en este lugar?- Me susurro al oído, yo temblé de la impresión pues ese gesto me hizo acordarme de cómo me hablaba Grisel cuando teníamos un mágico momento. Pero esos recuerdos fueron borrados de mi mente al instante en que Ald empezó con sus carisias por todo mi cuerpo. Primero me acaricio los muslos mientras que me besaba el cuello hasta que llego a mi hombro. Yo estaba en ese momento súper incomoda, lo amaba, pero no sentía que estuviera preparada para una dosis máxima de su alma. Ald no paro y cada vez que me daba un beso ya fuera en mis labios o en mi cuello sentía que gota a gota quería más de él y al mismo tiempo sabía que estaba cayendo en el peor vicio de la Tierra. Descubrí que quería que parara cuando el suavemente comenzó a subirme mi camiseta para quitármela.

- Espera. Por favor.- Dije entrecortadamente y tratando de alejarlo pero mi cuerpo no respondía a ninguna de mis indicaciones. El siguió como si no me hubiera escuchado y termino quitándome la camiseta y besándome los hombros.- Enserio, no creo que pueda hacerlo, yo…- Me interrumpió dándome un apasionado beso. Una parte de mi pensaba déjate llevar ¿Qué te lo impide?

- ¿Qué haces en este lugar?- Volvió a repetir el, esta vez con una voz que me colapso por completo, ya no aguantaba más, lo quería tan cerca que era imposible no haberlo estrechado más hacia mí con mis piernas. Le devolví todos sus besos con todas las ganas del mundo.- No me hagas repetir la pregunta de nuevo.- Dijo el separándose un poco de mí, yo estaba más que sorprendida por su comportamiento, quería que le respondiera algo mientras que intentaba desnudarme.

- ¿Qué?- Pregunte yo consternada, no podía creerlo. El hizo cara de suplica para que yo entendiera que en cerio él no quería volver a preguntar. Casi al instante de ver eso en sus ojos colapse de verdad por completo y habla rápida y atropelladamente. – Lomismo desiempre, vinimosa cazar a ustedes y yo encontrarmecontigo y…- Me di cuenta de que hablaba de una forma que parecía un idioma marciano y me calme, también me puse roja por lo avergonzada que estaba, de seguro que Ald se había dado cuenta que había sido por sus carisias y en sus labios apareció esa sonrisa traviesa que tanto me encantaba.

- Tranquila Tesoro que entendí todo lo que dijiste. ¿Quieres caminar con migo?- Yo asentí con la cabeza y él me volvió a vestir, yo estaba súper avergonzada pero al mismo tiempo me sentía súper cómoda por estar a su lado. Salimos de ese callejón y él me llevo hacia un hermoso restaurante. Es casi incomprensible para mí en este momento como es que en esos momentos el amor me segaba, ¡maldito sea mi destino! Aunque parecía que todo estaba solucionado aun no me daba cuenta que era lo que en verdad tanto necesitaba, pero lo iba a descubrir muy pronto.

4 comentarios:

  1. AW AWW... me encaaantaa.. espero que sigas lo mams pronto que puedas..!

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  2. woooow lo amoo hahaha aun qe me siento mal x gril :P en fin asi es el amor hahahaha espero qe se qede con ald :D spero qe puedas seguirla ^^ suerte! chao

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  3. omg, no, por favor dime que no. ald y ella? y que onda con grisel? si ya no lo quiere que lo deje y ya!!! aunque debo de admitir que me gusta mas ald lol. porfa continualaaaaaaaaaa!!

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  4. OMG la verdad me encantan los dos esto es como una especie de Vampire diaries lol el bueno me encanta pero " el malo" que rayos tiene que me vuelve loka k pasa con nosotras jejeje somos masoquistas nos encantan los malos o no?

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