viernes, 13 de agosto de 2010

Los cinco elementos. Entrega numero 13

Capitulo 25



- Aun no entiendo que haces en este lugar. ¿Por qué? A un monstro como tú no le debería importar a las personas que mata.- Los dos nos reímos por el horrible asentó que me había ganado después de las últimas botellas. No tenía ni idea de cómo era que habíamos bebido tanto, estábamos en el suelo y a nuestro alrededor se hallaban miles de botellas vacías. Debo admitir que estar con Alejandro era genial. Nos estábamos divirtiendo a lo máximo y aun no amanecía. [¿Qué me estaba pasando a mí? Estoy hablando con el asesino de mis padres, con un monstro pero aun así nos tratábamos como hermanos. Debo irme de allí en este mismo instante (me repetía miles de veces en la cabeza pero yo no escuchaba)]

- Es que esta vez fue distinto. Nunca antes había torturado a mis presas.- Los dos nos reímos sin saber muy bien porque y tomamos otro trago. De repente Alejandro trato de ponerse serio pero su cara seguía igual de graciosa.- ¿Puedo intentar algo?- Yo asentí riéndome y él se acerco más hacia mí. Los dos no dejábamos de sonreír como estúpidos hasta que ya era demasiado tarde para darme cuenta que era lo que él estaba intentando hacer. El estaba mucho mas borracho que yo obviamente, seguro que no sabía que estaba haciendo. No tuve tiempo de reaccionar cuando el ya tenía reposados sus labios en los míos. Nos besamos. No podía creerlo pero yo no reaccionaba. Alejandro me abrazo con una mano en mi cintura y se puso encima mío (aunque con dificultad por el alcohol). Comenzó a besarme el cuello y cai en cuenta de lo que estaba haciendo. De un momento a otro se me vino a imagen de mi amado Grisel. Lo aparte con fuerza hasta dejarlo contra la pared. ¿Qué estaba haciendo? Me estaba comportando como una P*^-_@. No podía creerlo. Sentí una horrible pena por Grisel, ¿que dirá de mí?

- Lo lamento, se me fue la mano.- Dijo el aunque con una sonrisa en sus labios. En sus ojos note que había sido un poco intencionado.- Pobre Grisel, el ni se imagina que su novia es una zorra.- Me enfade aunque él decía toda la verdad. ¿Y si él le iba a contar a Grisel lo que habíamos hecho? No podía ser.

- Por favor no digas nada.- Casi le suplique en ese momento. Me estaba sintiendo como una rata. No solo porque me había dejado tocar por el mismísimo Ald sino porque por un momento sentí que me había gustado su beso.

- No diré nada pero un chico necesita con que vivir ¿sabes?- Sabia a lo que se refería. Me estaba pidiendo plata para no hablar. Busque en mi bolsillo mi billetera y saque unos billetes. Se los lance a la cara y me levante de allí furiosa.

- Allí tienes. Quiero que sepas que esto solo pasó por el licor. No estábamos actuando racionalmente y tú te aprovechaste de mi estado. Nunca más va a volver a pasar esto. La próxima vez que te vea aunque sea a lo lejos lo haré para matarte. Y será una muerte lenta. Además, no te permito que sigas ocultándote en este lugar pues sigue siendo propiedad mía. Vete a la mierda.

Nunca en mi vida le había dicho algo así a una persona pero no me importo. Recogí la maleta que tenia llena de mis cosas importantes que había recogido como mi iPod y mis CD favoritos. Baje por las escaleras rápidamente cuidándome siempre las espaldas. Antes de abrir la puerta principal para marcharme me voltee a mirar la cima de las escaleras, allí encontré a un chico mirándome sin ninguna emoción, simplemente como si estuviera mirando al vacio. Si no lo conociera diría que me estaba mirando con lastima pero era imposible, alguien como él esta vacio. Salí al frio de la noche y allí estaba esperándome el Mercedes de los padres de Laura. Se me había olvidado que le había dicho al chofer que me esperara. Soy una estúpida que engaña a su novio y que esta oliendo a puro licor. Me he vuelto loca. Corrí hacia el auto llena de vergüenza por todo pero en este momento por el chofer, quien sabe cuánto tiempo me había demorado allí.

- Lo lamento señor, me demore más de lo que esperaba y quería.- El me cerró la puerta del coche tras de mí. No dijo nada solo me miro como si entendiera.- ¿Usted ha comido algo en todo el día?- Pregunte yo apenada y preocupada.

- No señorita.- Dijo el sin mirarme. A mí se me ocurrió una brillante idea, la única que había tenido en todo el día.

- Chofer, lléveme a McDonald’s- El se sorprendió por lo que acababa de decir pero lo hizo sin rechistar. Pronto me di cuenta de por qué se había sorprendido tanto, ¡¡eran exactamente las 3:34 de la mañana!!

Cuando llegamos al restaurante pedi dos combos y comimos dentro del carro en el parqueadero. El chofer no dejaba de darme las gracias y yo le decía obviamente que no importaba. Además tenía cosas mucho más importantes de lo que pensar. ¿Ald le iba a decir a Gril lo que habíamos hecho? No podía ser. Yo amo con todo mí ser a Grisel, no entendía como era que había terminado tan bajo en mi vida. Solo le encontraba una explicación muy estúpida que justificara mi gran error: Ald me había hipnotizado (le iba a decir a Grisel) Trate de no caer pero él me había apretado fuerte y me había obligado. Soy muy patética.

- Señor, ¿Qué pasa si hiciste algo muy malo?- Le pregunte al chofer, no podía decirle a nadie más pues mi amiga Laura me reclamaría porque no había matado a ese monstro cuando lo había visto y los ángeles me matarían literalmente. El chofer tardo un poco en contestar mientras que se comía una papita.

- Depende de que hallas hecho. Si es algo de amor se te va a hacer muy difícil olvidarlo y eso te traerá hartísimos problemas.- No podía creer que el chofer sonara como si diera muy buenos consejos, creo que íbamos a establecer una gran amistad (o algo así). Para explicarle lo que me había pasado decidí no utilizar nada como: a una amiga o una prima. Eso ya estaba muy gastado y obviamente el sabría desde un principio que me refería a mí.

- Es que el problema es que tengo un novio. Y en cerio nos amamos pero llega mi peor enemigo y hago cosas indebidas con él. ¿Qué se supone que debo hacer?

- Deberías contarle a tu novio antes de que lo descubra por otra fuente. Aunque si te adelantas a esa fuente tendrías la oportunidad de mentirle un poco para que no se le rompa el corazón por completo. Eso es lo mejor.- Todo lo que me decía el chofer tenía mucho sentido. Le agradecí. Y como no tenía el concejo de ninguna otra persona decidí seguir ese. La próxima vez que me encontrara con Grisel le iba a mentir aunque eso me dolía en el alma. Igual solo había sido un beso ¿No?

Regresamos a la casa de Laura como a las 5:00am, ya todo el mundo estaba dormido así que subí despacio las escaleras y entre a la habitación que me habían dado. No pude dormir en toda la noche pensando en Grisel y en Ald. Yo me moriría si Grisel me deja sola, simplemente no podría soportarlo, sería como un enorme puñal en la espalda para él.

Capitulo 26

- Despierta, despierta.- Grito Laura entrando a mi habitación cuando por fin estaba llegando el sueño a mi cuerpo.- Levántate Catalina, tenemos unos billetes que gastar en muy pocos días. Rápido, te espero en la sala y solo tienes diez minutos.- Laura se rio y volvió a salir de la habitación. Yo nunca me había sentido tan cansada en mi corta vida. Pero no era un cansancio de que me doliera todo si no un cansancio de necesito dormir. Me levante perezosamente y entre al baño casi sin saber que estaba haciendo. Me mire al espejo y vi que mi cara se encontraba pálida y tenía unas enormes ojeras debajo de los ojos, además tenía que lavarme el cabello que estaba completamente sucio y enredado. Aun seguía oliendo a licor en exceso, ¿Cómo es que Laura no se había dado cuenta? Me dolía la cabeza y sentía que iba a vomitar pero no lo hice. Me bañe con mucha cantidad de jabón y luego me puse un vestido negro (una camiseta larga) y debajo unos leggins oscuros. Me puse perfume para que se me quitara un poco el olor que un tenia (aunque solo un poco), le pedí prestado a Laura uno que se llama Touch of Pink. Es mi favorito. Y Salí corriendo de la habitación, yo sabía que aunque mi amiga era muy animada y cariñosa, ella se ponía muy enfadada si la hacían esperar demasiado.

Nos fuimos a un centro comercial que se encontraba más o menos lejos llamado Prime Outlet, que nos encantaba, en el Camaro del padre de Laura, era totalmente hermoso. Estuvimos en ese centro comercial toda la mañana, la primera tienda en que entramos fue a FOREVER 21 y luego entramos a NIKE a comprarnos unos nuevos tennis para poder caminar más cómodas. Yo me compre unos negros que parecían botines y venían con tres cordones, rojo, azul y negro. Y Laura se compro unos azules con morado que venían con cordones azules clarito y morados. Nos sentíamos como unas princesas y teníamos miles de bolsas cuando de pronto que estábamos sentadas en el STARBUCKS COFFE Laura me indico que volteara mi mirada hacia un camarero. Yo no le hice caso y riéndome le dije que no fuera tan tonta pero ella me insistió. Voltee disimuladamente mi mirada y me encontré con un chico musculoso, alto de cabello oscuro y ojos grises, Grisel. No podía ser. El me sonrió y se acerco a nuestra mesa, yo no podía creerlo, quería hablar con él pero todavía era muy pronto. Me sentía como una zorra, ayer besándome con uno y hoy con otro. Esto era demasiado de lo que podía soportar. ¿Qué le iba a decir?

- Hola Laura, hola estrellita.- Se acerco para besarme pero yo solo le di un beso en la mejilla y le sonreí un poco. Obviamente el quedo sorprendido por el gesto. ¡Por Dios! Laura y Gril pasaron un rato hablando mientras que yo estaba callada y casi ni me movía.- Bueno, ¿Te importaría que me llevara a Catalina por el resto del día?- Que diga que sí, que diga que sí, que diga que…

- Claro que no, por mi que se quede contigo esta noche.- Los dos se rieron pero yo estaba muy, muy nerviosa. Grisel y yo salimos de la tienda y caminamos por todo el lugar, callados. No podía creerlo, nunca había estado en una situación como esta.

- ¿Qué pasa Catalina?- Pregunto el deteniéndose por completo y cogiéndome del brazo para que me detuviera también.

- Nada, ¿Qué debería de pasar?- Dije yo tratando de que pensara que todo estaba en orden y que en verdad no pasaba nada.

- No me engañes, nos encontramos como hace media hora y no me has querido dar ni un beso. Además pareciese como si no quisieras ni verme, mucho menos tocarme. ¿Qué pasa? ¿Ya no quieres estar conmigo? ¿Tienes otro?

- No me vuelvas a preguntar eso porque sabes que es mentira. Yo nunca podría engañarte de esa forma, quiero decir, enamorándome de otro. Y claro que quiero estar contigo, por eso estamos paseando juntos.- Dije yo tratando de verme tranquila y al mismo tiempo aturdida por lo que me había preguntado. Necesitaba decirle lo que había hecho, o mejor lo que me habían hecho. Pero no tenía ni idea de cómo hacerlo.

- Bueno, perdón, pero tienes que entender que se que te pasa algo, lo siento, yo te conozco muy bien Catalina, suéltalo que soy tu novio.- Yo dude un poco y desvié mi mirada. Menos mal que tenía clase de actuación en mi colegio. Me sentía la más sucia de toda la humanidad y de todos los ángeles. Por lo menos diciéndole me sentiría un poco mejor aunque tuviera que decirle una mentira pequeña.

- Esta bien, te contare.- Nos sentamos en unas sillas y en los ojos de Grisel vi pura preocupación. No podía hacerlo.- Es que paso algo horrible.- Dije yo comenzando a llorar, el preocupadísimo se levanto y me abrazo fuerte.

- ¿Qué paso? ¿Te han hecho daño?- Escuche como su voz terminaba en un sollozo, era raro como nos podía pasar esto. Estábamos tan conectados que si uno lloraba en otro también. Estúpida, estúpida, estúpida.

- Ayer fui a la casa de mis padres y…- No podía dejar de llorar, las lágrimas no eran actuación mía, estaba llorando por todo el mal que le estaba causando a Grisel.- Allá estaba Ald. Me golpeo y me obligo a besarle, lo lamento Gril, no fue mi culpa. Me siento muy mal por haberte hecho esto.- Grisel se quedo viéndome con ojos cariñosos mientras que me secaba las lagrimas que no dejaban de resbalar por mis mejillas.

- Mi amor, no fue tu culpa, fue ese descarado que te obligo. No te preocupes que tu nunca me defraudarías y mucho menos por eso. El te obligo, agradece que no te haya matado, es un desgraciado.- En los ojos de Gril el cariño se torno a odio y algo parecido a venganza pero mucho peor.- Te prometo que lo matare. No descansare hasta verlo muerto.

- No lo hagas te puede hacer daño.- Nos abrazamos y quedamos de ese modo por un largo rato, no podía creer que acabara de engañar al ser que me quería más que a cualquier cosa. Me sentía sucia pero al mismo tiempo mucho mejor por haberle contado antes de que él se hubiera enterado por otra fuente.

Grisel y yo nos besamos y luego comimos helado. Aunque me sentía horrible tenía que dejar de lamentarme, mi novio sabía lo que había hecho y aun así me quería aunque hubiera besado a otro (aunque todo lo que había dicho no había sido la verdad había funcionado. Qué tristeza). Pasamos todo el día juntos y también toda la noche juntos, como era de esperarse yo me sentía demasiado sola y él quería consolarme, jajajaja. Me he vuelto loca, he caído en las mentiras y en los engaños. Me sentía devil y al mismo tiempo más poderosa que nunca ¿Qué pasaba? Seguro tenía un colapso emocional y cerebral. Tenía que hacer algo para detenerlo en ese instante porque sabía que yo seguiría mintiendo. Esto es una locura. Me odio y sé que todo el mundo me odia.

2 comentarios:

  1. algo me huele mal aqui!!! estoy segurisima que esa mentira lo arruinara todo. siguelaaaaaaaa

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  2. WOOOWW.. esta muy emocionante.. :) me gustaa..

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